Tu primera colonia decía el anuncio. En realidad ya llevábamos mucho tiempo con el Nenuco o el Heno de Pravia pero nos hacía mucha ilusión alcanzar poco a poco ciertas cotas de independencia e ir teniendo cosas completamente nuestras, como tenían los adultos. En realidad nos gustaba más el disponer de un espacio en el armarito del baño que el propio olor del brebaje.