El tesoro de un adolescente y su mayor fuente de comunicación con el mundo y la realidad. En definitiva, nuestro primer electrodoméstico. El radiocasete (y la bici.) en algunos casos suponía la prolongación del pene y la mejor muestra de estatus, mono/estéreo, simple/doble pletina.. bajarse el loro a la calle era someterse a un escrutinio social inmenso e inescrutable del que pocos salían airosos.